TRAS LOS PASOS DE ROBERT KINCAID

     Si pasáis por Arequipa, no dejéis de visitar el Monasterio de Santa Catalina. Aparte de tratarse de una de las atracciones turísticas de esta ciudad peruana, tanto por su historia como por ser una joya de la arquitectura colonial, es un lugar fascinante para los aficionados a la fotografía, como tú o como yo. Se destaca por la mezcla de arquitecturas españolas (andalusí) y peruanas, con colores vibrantes que crean cambios en las luces y las sombras.     Además debo decir que personalmente me sentí como en casa, nunca tan alejado de mi tierra me encontré tan cerca de ella, y es que aparte de la arquitectura y rincones de sus callejuelas, las más importantes calles del monasterio toman sus nombres de ciudades españolas, entre ellas la de mi ciudad, Sevilla,  también están Córdoba, Málaga, Granada, Toledo y Burgos. Y una plazuela llamada Zocodover, como la plaza principal de la ciudad de Toledo. BREVE HISTORIA.      Fue fundado en 1580 por Dña. María de Guzmán, una rica viuda hija de

Se acerca el Día de Todos Los Santos , y en la tradición cristiana se recuerda y homenajea a los antepasados visitando sus lugares de reposo, normalmente en cementerios. Y es aprovechando esta ocasión que quería compartir con ustedes la atracción estética que suponen estos lugares para mí como  fotógrafo.  Muchos de estos cementerios a parte de ser lugares de reposo para los difuntos, se constituyen también en museos al aire libre, ya que nos ofrecen una riqueza escultórica y arquitectónica con mucho significado, y que muchas veces esconden grandes historias tras de sí. En los últimos años se ha puesto de moda el llamado tanatoturismo o también conocido como necroturismo, que tiene un fondo digamos que más morboso y cuyo principal interés no es el arte ni la estética, sino el morbo que produce visitar lugares relacionados con la muerte y el dolor, y que no siempre suelen ser cementerios, el necroturista visita lugares como campos de concentración, por ejemplo; Auswitch o Mauthausen, pu

Callalli es una pequeña población que forma parte de la  provincia de Caylloma en el departamento de Arequipa, al sur de Perú. Este pueblo tiene una gran devoción al santo franciscano San Antonio de Padua, predicador y teólogo portugués, el cual ostenta el patronazgo de la pequeña población. A mediados de junio (los días 12 y 13) es cuando se celebran sus festejos, que consisten en comidas, misas, corridas de toros y una procesión por la plaza principal de Callalli. Y es ahí donde tuvimos la suerte de encontrarnos con tal festejo. Durante buena parte de la mañana pudimos disfrutar de la singularidad de la fiesta, los preciosos trajes típicos de las mujeres, la forma de llevar al santo al son de la música que tocaba la banda, unas veces tocaba marchas serias y otras creaban un auténtico jolgorio. Y por supuesto también pude fotografiar mientras mi mujer grababa videos, lástima que días después se perdiera el teléfono con el que los grabó, en el accidente que tuvimos cerca de Cusco. La v

Muchos ya la habréis visto en redes sociales como Instagram, seguramente con los colores más saturados que en la realidad, esta montaña se encuentra en  la Cordillera del Vilcanota a 5.200 metros sobre el nivel del mar, en el distrito de Pitumarca, Perú.  Su nombre es Vinicunca, también conocida como la montaña  Arcoíris o de los 7 colores, dada que su característica principal y por lo que se ha hecho famosa es porque sus laderas están teñidas por franjas fucsia, turquesa, lavanda y dorado. Cada color se debe a que su estrato está compuesto por óxidos de diferentes minerales: Rosado o fucsia: mezcla de arcilla rosa, fangolitas y arena. Blanquecino: arenisca de cuarzo y piedra caliza. Morado o lavanda: arcilla, carbonato de calcio y silicatos. Rojo: arglitas y arcillas, óxidos de hierro. Verde: mezclas de hierro, magnesio y óxido de cobre. Pardos amarillentos, mostaza o dorado: limonitas y combinados de azufre. Pero claro, una montaña no se crea de la noche a la mañana por arte de m

       No me quiero repetir más sobre la facilidad de fotografiar fauna salvaje en las Islas  Galápagos, así que en este post solo os cuento cual es la especie que más ilusión me hacía poder observar y fotografiar de las islas encantadas.      Y no es otra más que el Piquero de patas azules (Sula nebouxi), un ave que parece sacada de la factoría de Walt Disney, con sus patas azules a juego con el pico.      Sin más os muestro unas imágenes que pude obtener durante algunas excursiones por las islas, aunque me quedé con las ganas de poder hacer mejores fotos, cuando se me dio la mejor oportunidad de fotografiarlas  no llevaba la cámara ya que estaba haciendo esnorkel.       Un aliciente más para volver algún día a este paraíso en la Tierra. Piquero al vuelo , noviembre  2021 Nikon D-810, Sigma Art 24-105 mm. f/4 a 105 mm. Apertura f/4 Obturación 1/1000s. ISO 200 Piquero al vuelo , noviembre  2021 Nikon D-810, Sigma Art 24-105 mm. f/4 a 95 mm. Apertura f/4 Obturación 1/1000s. ISO 200 Piqu

     En el artículo anterior sobre  fotografiar iguanas en las Islas Galápagos, ya comenté que fotografiar casi cualquier especie en este rincón del mundo es de lo más fácil para cualquier persona con una cámara en las manos, ya sea una réflex, una compacta o un teléfono móvil. Si además la especie a fotografiar es cualquiera de las subespecies de galápagos gigantes que habitan en sus islas, ya se convierte en un juego de niños. El galápago o tortuga gigante es el animal más famoso del archipiélago, y por el cual fueron bautizadas las islas.  Para observarlas y disfrutar de su compañía, basta con acercarse a alguno de los centros de cría que existen en las islas más pobladas, ya sea en la Galapaguera de la isla de San Cristóbal, (Centro de Crianza de Tortugas David Rodríguez), en la isla Isabela en el Centro de Crianza de Tortugas de Pozo Villamil, o en la Isla Santa Cruz en el Rancho Primicias, Rancho el Chato o en la Estación Científica Charles Darwin. A parte por supuesto es muy fác

     Desde que ví por primera vez el trabajo de Sebastiao Salgado en su proyecto Génesis, supe que tarde o temprano visitaría las Islas Galápagos para ver in situ las maravillas que describió Darwin en sus diarios y que más tarde fotografiaría Sebastiao con tanta maestría. Las también llamadas Islas Encantadas, denominación que le atribuyeron los navegantes en el siglo XVI al descubrir su fantástica y variada flora y fauna, son el lugar donde más he apreciado la cercanía y convivencia del mundo animal con el ser humano. Para mí, que vivo en España, un lugar donde para acercarte a fotografiar cualquier especie salvaje, poco más que te tienes que vestir de Rambo, el ir andando por los malecones y paseos marítimos de los pueblos galapageños mientras esquivaba iguanas y lobos marinos se me hacía como estar en un lugar mágico, nunca me había sentido más cercano al mundo animal. El caso es que una de las especies fáciles y a la vez exótica de fotografiar es la Iguana marina (Amblyrhynchus cr