TRAS LOS PASOS DE ROBERT KINCAID

       No me quiero repetir más sobre la facilidad de fotografiar fauna salvaje en las Islas  Galápagos, así que en este post solo os cuento cual es la especie que más ilusión me hacía poder observar y fotografiar de las islas encantadas.      Y no es otra más que el Piquero de patas azules (Sula nebouxi), un ave que parece sacada de la factoría de Walt Disney, con sus patas azules a juego con el pico.      Sin más os muestro unas imágenes que pude obtener durante algunas excursiones por las islas, aunque me quedé con las ganas de poder hacer mejores fotos, cuando se me dio la mejor oportunidad de fotografiarlas  no llevaba la cámara ya que estaba haciendo esnorkel.       Un aliciente más para volver algún día a este paraíso en la Tierra. Piquero al vuelo , noviembre  2021 Nikon D-810, Sigma Art 24-105 mm. f/4 a 105 mm. Apertura f/4 Obturación 1/1000s. ISO 200 Piquero al vuelo , noviembre  2021 Nikon D-810, Sigma Art 24-105 mm. f/4 a 95 mm. Apertura f/4 Obturación 1/1000s. ISO 200 Piqu

     En el artículo anterior sobre  fotografiar iguanas en las Islas Galápagos, ya comenté que fotografiar casi cualquier especie en este rincón del mundo es de lo más fácil para cualquier persona con una cámara en las manos, ya sea una réflex, una compacta o un teléfono móvil. Si además la especie a fotografiar es cualquiera de las subespecies de galápagos gigantes que habitan en sus islas, ya se convierte en un juego de niños. El galápago o tortuga gigante es el animal más famoso del archipiélago, y por el cual fueron bautizadas las islas.  Para observarlas y disfrutar de su compañía, basta con acercarse a alguno de los centros de cría que existen en las islas más pobladas, ya sea en la Galapaguera de la isla de San Cristóbal, (Centro de Crianza de Tortugas David Rodríguez), en la isla Isabela en el Centro de Crianza de Tortugas de Pozo Villamil, o en la Isla Santa Cruz en el Rancho Primicias, Rancho el Chato o en la Estación Científica Charles Darwin. A parte por supuesto es muy fác

     Desde que ví por primera vez el trabajo de Sebastiao Salgado en su proyecto Génesis, supe que tarde o temprano visitaría las Islas Galápagos para ver in situ las maravillas que describió Darwin en sus diarios y que más tarde fotografiaría Sebastiao con tanta maestría. Las también llamadas Islas Encantadas, denominación que le atribuyeron los navegantes en el siglo XVI al descubrir su fantástica y variada flora y fauna, son el lugar donde más he apreciado la cercanía y convivencia del mundo animal con el ser humano. Para mí, que vivo en España, un lugar donde para acercarte a fotografiar cualquier especie salvaje, poco más que te tienes que vestir de Rambo, el ir andando por los malecones y paseos marítimos de los pueblos galapageños mientras esquivaba iguanas y lobos marinos se me hacía como estar en un lugar mágico, nunca me había sentido más cercano al mundo animal. El caso es que una de las especies fáciles y a la vez exótica de fotografiar es la Iguana marina (Amblyrhynchus cr