TRAS LOS PASOS DE ROBERT KINCAID

 Fotografiar una ciudad durante nuestros viajes no debería de simplificarse únicamente a inmortalizar los monumentos y escenarios más icónicos del lugar, ya que si lo que queremos es recordar con nuestras fotos el ambiente o alma de la ciudad, deberíamos fotografiar su vida, su gente, su esencia en definitiva, que harán que cuando lleguemos a casa y veamos el archivo fotográfico de tal sitio nos dé una idea más completa y profunda de dicha ciudad, no quedándonos solamente con la típica estampa turística. Además hay ciudades y pueblos que la verdad que no tienen ningún lugar icónico que fotografiar o que no son lo suficientemente conocidos para crear la "estampita turística". En esos sitios lo mejor será fotografiar la vida de la calle, y practicar eso que llaman "fotografía callejera". Aquí muestro un pequeño reportaje que hice durante un día en Toulouse, en el que me dediqué a pasear por sus calles y a fotografiar a la gente en su ambiente. La mayoría de las fotos

 Una de las rapaces diurnas más comunes en la península ibérica son los milanos, tanto el real (Milvus milvus) como el negro (Milvus migrans), ésta última solo presente durante los meses de primavera y verano, mientras que el real permanece todo el año en la península. A pesar de ser de las especies más fácilmente visibles en España, eso no le resta ningún interés fotográfico a estas bellas rapaces, quizás la real sea más vistosa y elegante con sus tonos rojizos y la negra algo más sombría y menos estilizada aunque también muy bonita. Actualmente y a pesar de la facilidad para observar estas aves, el milano real se encuentra incluido en el Libro Rojo de las Aves de España en a categoría de "En peligro" y aparece como "En peligro de extinción" en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas. Por su parte el milano negro consta en el Libro Rojo de las aves de España como "Casi amenazado" y en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas aparece como "D

 No hay nada como llegar a ese lugar soñado tantas veces antes de nuestro viaje y encontrarte con miles de turistas que como tú, también quieren sacar la foto más conocida del lugar y además sacarse un buen selfie delante del monumento o paisaje en cuestión. En ese momento hay varias opciones para tomar la foto, tiras de paciencia y esperas a que nadie se interponga entre tú y tu encuadre, recurres a una larga exposición con un filtro de 10 pasos para lo que tendrás que cargar con el trípode y no te asegurarás de que haga desaparecer a todos, o una de mis opciones preferidas, que es fotografiar a los turistas como sujetos principales de la escena. Ya sabes, si no puedes con ellos, únete a ellos. De hecho ya se ha convertido en una colección dentro de mi archivo y aunque pueda fotografiar sin que aparezca nadie, muchas veces espero a que un compañero de viaje o algún desconocido se haga su selfie en el sitio en cuestión. A juego con el fondo de Jokullsarlon, Islandia, junio 2016 Nikon D

El frailecillo atlántico (Fratercula arctica) es una de las aves más simpáticas y adorables que conozco. Con ese aire de payasito triste y tan confiada, es fácil que despierte la simpatía de todo aquel que tiene la oportunidad de observarla de cerca. Uno de los puntos fuertes de un viaje a Islandia es el poder observar estas aves entre los meses de abril a septiembre que es su época de cría. Así que durante nuestra vuelta a Islandia en junio de 2016 íbamos parando en los puntos más conocidos y accesibles donde poder ver estas aves, pero por designios del destino no fue hasta llegar a uno de los lugares más inaccesibles de la isla cuando por fin pudimos verlas. Si miráis el mapa de Islandia veréis que más o menos tiene una forma redondeada de la cual en la parte noroeste sale una península con forma de pinza de cangrejo, pues bien, en la punta más alejada de esa pinza se encuentran los acantilados de Làtrabjarg, fue ahí, donde por fin pudimos observar a estos simpáticos animalitos.  Son

 El Tak Bat es una ceremonia budista con más de 600 años de antigüedad, aunque se celebra en todo el país de Laos, es en Luang Prabang donde más impresiona.  Ceremonia del Tak Bat, Luang Prabang, Laos,  octubre 2019 Nikon D-750, Sigma 105 mm. f/2.8 Apertura f/2.8 Obturación 1/100s. ISO 3200 Bueno, y ¿qué es esto del Tak Bat?.  Los monjes budistas hacen voto de pobreza para dedicarse casi exclusivamente a orar y meditar, pues toda posesión material es completamente inútil en la búsqueda del Nirvana, tan solo cuentan con sus túnicas, una aguja de coser, un cuenco llamado "patta" y poco más. Así que dependen exclusivamente de la generosidad de los fieles para alimentarse. En Luang Prabang y otros muchos pueblos de Laos, la gente se levanta antes del amanecer, para preparar los alimentos que luego ofrecerán a los monjes como agradecimiento por llevar a cabo sus prácticas espirituales. En contra prestación los devotos que alimentan a los monjes, generan buen karma que les será ben

 Hverir es una zona geotermal en el norte de Islandia, presenta unos paisajes que podría decirse que son sacados de otro planeta, tierras de colores ocres, fumarolas, solfataras y pozas de lodo hirviente. Es un lugar espectacular para pasear siempre que no nos importe el intenso olor a azufre y que vayamos con sumo cuidado de no salirnos de los caminos delimitados, pues de hacerlo, corremos el peligro de meter el pie en un lodazal en ebullición o recibir la caricia de una fumarola a más de 100 grados en plena cara. Hay veces en las que deseamos estar solos para que no salga nadie en nuestras fotos, para que queden más naturales, pero en este sitio los caminantes añaden como referencia un valor de escala al lugar, dando al que observa la fotografía una idea de las dimensiones reales del sitio, además que me parece que le da otras connotaciones más subjetivas a la imagen añadiendo un toque especial. Paseando por Hverir, Islandia, junio 2016 Nikon D-810, Sigma Art 24 mm. f/1.4 Apertura f/