TRAS LOS PASOS DE ROBERT KINCAID

Si vais paseando por una de las calles principales de Reykjavik, en dirección a su famosa iglesia os encontrareis con una llamativa casita roja de madera y chapa adosada a un edificio más sólido.  Fotografi ,  es una sencilla pero coqueta tienda, en la que el propietario y autor de las fotografías vende sus propias imágenes en diferentes formatos, tamaños y soportes. Fachada principal, Reykjavik, junio 2016 Nikon D-810, 50 mm. f/1.8 Apertura f/5.6 Obturación 1/80s. ISO 360 El interior de la tienda, hace las veces de sala de exposiciones, pues las fotografías se muestran en sus paredes junto a una buena colección de cámaras antiguas. Mientras, en un gramófono suena música jazz, ya que a parte de cámaras también dispone de una buena colección de vinilos. Si coincidís en gustos como los míos, es un lugar donde uno se podría pasar horas escuchando buena música y charlando sobre fotografía mientras toquetea cámaras antiguas. No me digáis que no sería un bonito negocio, estás de cháchara con

 Recuerdo que aterrizamos en el aeropuerto de Keflavik de madrugada, y tras recoger nuestro coche de alquiler decidimos empezar a explorar sin dormir y así ahorrarnos una noche de hospedaje, (es lo que tiene viajar con el presupuesto ajustado). Tras varias horas dando vueltas, acabamos en el centro de Reykjavik inmersos en una densa niebla. Nos encontrábamos en junio y en esas latitudes no se hace de noche, por lo que aparqué junto a la I glesia Hallgriskirkja . Tensi, mi compañera, se quedó en el coche durmiendo y yo me fui a merodear alrededor de la Iglesia, y entonces descubrí entre la niebla a un aguerrido vikingo, hacha en mano y con pose desafiante. Busqué varios encuadres donde captar la estatua de Leifur Eiriksson , y al final me decanté por éste. Con la fantasmagórica silueta de Hallgriskirkja a sus espaldas.  La niebla siempre le da un halo de misterio a nuestras imágenes. Leifur Eiriksson y Hallgriskirkja, Reykjavik, Islandia, junio 2016 Nikon D-810, Sigma Art 24 mm. f/1.4