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Mostrando las entradas etiquetadas como Francia

Fotografía con móvil: ¿ya está a la altura de una cámara?

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Hace unos años, si alguien me decía que los móviles podían hacer fotos decentes, me echaba a reír. No era para menos: sensores enanos, ópticas mediocres y procesados agresivos que parecían más pintura digital que fotografía. Pero claro, la tecnología no se ha quedado quieta y yo tampoco. Hoy, después de haber probado decenas de teléfonos y haberme sorprendido más veces de las que me gustaría admitir, tengo que decirlo:  sí, los móviles hacen fotos impresionantes . No en todos los casos, no en todas las condiciones, pero lo que hace un smartphone hoy en día, hace no tanto era impensable sin una cámara “de verdad”. Así que vamos a entrar en materia y ver por qué cada vez me cuesta más llevar la cámara encima cuando mi móvil me da (casi) todo lo que necesito. Mi Chati y la Tour Eiffel, París, enero 2018 Tomada con un "antiguo" iPhone 7, 3.99 mm. f/1.8 Apertura f/1.8 Obturación 1/2000s. ISO 20 1. Mi mejor cámara es la que siempre llevo encima Me ha pasado mil veces: veo una escen...

Rocamadour, un pueblo en la roca.

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Rocamadour es uno de esos sitios que parecen sacados directamente de una novela antigua, enclavado orgullosamente sobre el abismo del río Alzou, como si la mano firme de algún dios caprichoso lo hubiese puesto allí para desafiar eternamente al vértigo y al olvido. En lo alto, clavado en roca caliza y siglos de historia, este lugar ejerce todavía hoy una poderosa atracción sobre peregrinos y viajeros, que llegan buscando algo más que simples postales. Aquí arriba, en medio de capillas que susurran plegarias y santuarios que guardan secretos centenarios, uno entiende que la fe puede tener tantas formas como piedras hay en sus caminos. Desde la Capilla de Notre-Dame hasta las iglesias de Saint-Sauveur y Saint-Amadour, todo en Rocamadour habla de espiritualidad resistente al paso de los siglos, narrando una historia que se respira a cada paso. Coronando todo ello, el castillo vigila imperturbable desde las alturas, ofreciendo vistas que cortan el aliento, con valles y montañas desplegados ...

Día de Todos Los Santos, (fotografiar en cementerios).

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 Se acerca el Día de Todos los Santos, esa jornada en la que, por tradición o costumbre, uno rinde memoria a quienes ya no están. Los cementerios se llenan de flores frescas, de murmullos discretos, de miradas bajas. Confieso que, más allá del ritual y el respeto debido, estos lugares ejercen sobre mí un magnetismo especial, tal vez porque llevo la cámara al cuello como quien empuña una pluma afilada, atento siempre a los detalles, al arte silencioso que custodian esas ciudades dormidas. Porque no se engañen, un cementerio es mucho más que un simple depósito de recuerdos y nostalgias. Es un museo al aire libre, un territorio cargado de historia, arquitecturas soberbias y esculturas que cuentan historias mudas de vida, muerte y eternidad. Allí, entre lápidas y mausoleos, se esconde un patrimonio artístico que trasciende épocas y modas, secretos grabados en piedra que, si uno sabe mirar, susurran al oído del visitante atento. En los últimos tiempos se ha puesto en boga lo que algunos...

Fotografía callejera en Toulouse

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  Cuando uno se echa al camino con una cámara al cuello, tiene que decidir pronto si va a limitarse a disparar postales o si, en cambio, prefiere jugarse el tipo buscando en cada rincón el alma verdadera de una ciudad. Porque, seamos francos, la esencia de cualquier sitio jamás estuvo solo en sus monumentos, en sus fachadas lustrosas ni en esas estampitas turísticas que te venden en el kiosco de la esquina. La ciudad de verdad, la que respira y siente, vive en sus calles y en su gente; en los rostros anónimos que cruzan apresurados las plazas o que se detienen a fumar un pitillo en cualquier portal. Luego hay lugares, no nos engañemos, donde por mucho que te esfuerces, no hay postal que valga; sitios donde la belleza no radica en catedrales imponentes ni en panorámicas para turistas chinos. Son pueblos, ciudades pequeñas o barrios olvidados, lugares donde el único modo digno de echar una fotografía es apuntando directamente al latido cotidiano, a lo que algunos llaman, con pompa ac...

Fotografiando a otros turistas

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  No hay nada como llegar a ese lugar con el que llevas fantaseando meses —ese que parecía sacado de un sueño, de una postal, de un documental de la BBC— y descubrir que el sueño incluye a miles de personas exactamente igual que tú: sudadas, frustradas y con el dedo temblando sobre el botón de la cámara, dispuestas a matar por una foto que ya han hecho millones… igualita. Porque claro, todos queremos la foto . Esa, la mítica, la icónica, la que demuestra que fuimos, vimos… y nos comimos una hora de empujones para tenerla. Y si de paso se cuela un selfie en el que fingimos espontaneidad con cara de "estoy viviendo mi mejor vida", mejor. A unque estés más pendiente del encuadre que del puto Machu Picchu que tienes enfrente En ese momento de iluminación turística, te enfrentas a tres opciones: Practicar el noble arte de la paciencia budista y esperar a que por un milagro divino nadie cruce tu encuadre. Sacar el trípode, el filtro de 10 pasos y hacer una exposición larga, co...

Localización fotográfica: Saint-Just de Valcabrère, Francia

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Hoy inauguro una nueva sección: Localización fotográfica . Aquí iré compartiendo lugares interesantes para fotografiar monumentos, paisajes, animales… lo que se ponga delante del objetivo y merezca la pena. Viví doce años en el Valle de Arán, en pleno corazón de los Pirineos. Lo conozco como la palma de mi mano, o mejor dicho, como la suela de mis botas. A un paso de allí está Saint-Bertrand de Comminges, un pueblo que figura en la lista de Les Plus Beaux Villages de France y que, además, es punto de paso de una de las rutas del Camino de Santiago. En este pequeño tesoro se alza la Catedral de Nuestra Señora (también conocida como Santa María), una mezcla sabrosa de románico, gótico y algún que otro guiño renacentista. Muy cerca, a apenas un kilómetro, se encuentra la basílica de Saint-Just de Valcabrère, otra joya del románico que parece plantada allí solo para que la fotografíes. En las fotos que os traigo, se ve en primer plano la basílica de Saint-Just y, al fondo y bañada en l...