Fotografía en centros de culto: cómo captar la esencia respetando la tradición.

 Fotografiar en lugares sagrados, ya sean iglesias, templos o monasterios, tiene algo especial que va más allá de una simple imagen bonita. Personalmente, siempre me ha fascinado la atmósfera única que desprenden estos sitios. Si te pasa igual, aquí van algunos consejos para sacarles el máximo partido.

El Pantocrátor de Sant Climent de Taüll, Lérida,  junio 2012
Cámara compacta Sony DSC-HX9V, 9 mm. f/4
Apertura f/4 Obturación 1/60s. ISO 800


Lo primero que aprendí fue la importancia del respeto. Siempre consulta las reglas antes de entrar, porque no es lo mismo fotografiar en una gran catedral que en una pequeña ermita perdida en la montaña. Algunas permiten fotos sin restricciones, mientras que otras pueden limitar el flash, los trípodes, o incluso exigir silencio absoluto. Además, en algunos centros de culto existen restricciones de vestimenta, por ejemplo, llevar los hombros cubiertos o evitar prendas cortas. También es frecuente encontrar lugares con separación de sexos durante ceremonias o áreas específicas.

Baldaquino y cúpula de Miguel Ángel, Vaticano,  septiembre 2016
Nikon D-810, Samyang 14 mm. f/2.8
Apertura f/4 Obturación 1/100s. ISO 3200
(panorámica vertical de 2 fotos)

Una vez aclarado eso, toca aprovechar las condiciones del lugar. La luz en estos espacios suele ser tenue y cálida, especialmente si hay velas encendidas o vitrales por los que se cuelan rayos de sol. Aprovecha estas luces para crear contrastes interesantes y jugar con las sombras. A mí me encanta capturar momentos espontáneos de las personas en oración o en contemplación, ya que aportan emoción y autenticidad a las imágenes.


 Buda reclinado de Wat Pho, Bangkok,  octubre 2019
Nikon D-750, Nikon 50 mm. f/1.8
Apertura f/4 Obturación 1/1600s. ISO 8000

Para variar un poco el resultado, prueba encuadres diferentes. A veces es buena idea alejarse de las típicas fotos frontales y buscar perspectivas inusuales: mira hacia arriba, desde el suelo, o encuadra a través de puertas o ventanas. Esto te permitirá contar historias desde perspectivas poco vistas.


Ofrendas en el Templo Wat Mahathat, Luang Prabang,  octubre 2019
Nikon D-750, Sigma Art 24 mm. f/1.4
Apertura f/2.8 Obturación 1/100s. ISO 12800
Si vas a fotografiar exteriores, el amanecer y el atardecer serán tus mejores aliados. La llamada hora dorada realza los detalles arquitectónicos y da un brillo especial a las fachadas de piedra o madera.


Monjes en pleno rezo en la pagoda Shwedagon, Yangon,  septiembre 2017
Nikon D-810, Sigma 105 mm. f/2.8
Apertura f/4 Obturación 1/400s. ISO 250


Por último, recuerda que fotografiar lugares sagrados no es solo una cuestión técnica, sino también una forma de acercarte culturalmente a otras personas y costumbres. Para mí, lo mejor siempre ha sido tomarme un tiempo, observar primero y disparar después. Cuando logras conectar con el lugar y su gente, las fotos salen prácticamente solas.



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