Fotografía en centros de culto: cómo captar la esencia respetando la tradición.
Fotografiar en lugares sagrados, ya sean iglesias, templos o monasterios, tiene algo especial que va más allá de una simple imagen bonita. Personalmente, siempre me ha fascinado la atmósfera única que desprenden estos sitios. Si te pasa igual, aquí van algunos consejos para sacarles el máximo partido.
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El Pantocrátor de Sant Climent de Taüll, Lérida, junio 2012 Cámara compacta Sony DSC-HX9V, 9 mm. f/4 Apertura f/4 Obturación 1/60s. ISO 800 |
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Baldaquino y cúpula de Miguel Ángel, Vaticano, septiembre 2016 Nikon D-810, Samyang 14 mm. f/2.8 Apertura f/4 Obturación 1/100s. ISO 3200 (panorámica vertical de 2 fotos) |
Una vez aclarado eso, toca aprovechar las condiciones del lugar. La luz en estos espacios suele ser tenue y cálida, especialmente si hay velas encendidas o vitrales por los que se cuelan rayos de sol. Aprovecha estas luces para crear contrastes interesantes y jugar con las sombras. A mí me encanta capturar momentos espontáneos de las personas en oración o en contemplación, ya que aportan emoción y autenticidad a las imágenes.
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Buda reclinado de Wat Pho, Bangkok, octubre 2019 Nikon D-750, Nikon 50 mm. f/1.8 Apertura f/4 Obturación 1/1600s. ISO 8000 |
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Ofrendas en el Templo Wat Mahathat, Luang Prabang, octubre 2019 Nikon D-750, Sigma Art 24 mm. f/1.4 Apertura f/2.8 Obturación 1/100s. ISO 12800 |
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Monjes en pleno rezo en la pagoda Shwedagon, Yangon, septiembre 2017 Nikon D-810, Sigma 105 mm. f/2.8 Apertura f/4 Obturación 1/400s. ISO 250 |
Por último, recuerda que fotografiar lugares sagrados no es solo una cuestión técnica, sino también una forma de acercarte culturalmente a otras personas y costumbres. Para mí, lo mejor siempre ha sido tomarme un tiempo, observar primero y disparar después. Cuando logras conectar con el lugar y su gente, las fotos salen prácticamente solas.