Fotografiando el Águila real, una joya de nuestra fauna
Primavera con realeza
Por segundo año consecutivo he tenido el privilegio de fotografiar a una de las grandes joyas de nuestra fauna: el águila real. Un símbolo de poder, elegancia y supervivencia que impone con solo aparecer. No es un pájaro más. Es el pájaro. Y si encima te lo encuentras en plena primavera, con el paisaje rebosando vida, el espectáculo es doble.
El año pasado el encuentro fue en las estribaciones del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, en un paraje de esos que parecen pensados por un pintor con buen gusto: cantuesos en flor tiñendo el suelo de lila, aire limpio y un horizonte de sierras que quitan el hipo. Allí, en medio de esa explosión cromática, apareció la reina alada. Una sombra que se desliza y lo calla todo.
Este año el escenario fue distinto, pero no menos especial. Me desplacé hasta las sierras occidentales de Álava, el único rincón del País Vasco donde aún cría esta especie. Aquí no hay floración exuberante, pero sí una belleza más austera, más brava, más norteña. El tipo de paisaje que parece hecho a medida para una rapaz de esta talla.
En ambas ocasiones conté con la ayuda de dos grandes profesionales, gente que no solo sabe de fauna, sino que la respeta, la entiende y la vive. En Guadarrama, fue Omar Alonso, de Wild Iberian Nature, quien me abrió las puertas de ese territorio mágico. En Álava, fue Joseba Markinez, de Elai Etxea (Birding House), quien me guió con la misma pasión. Dos estilos, dos paisajes, una misma admiración por el águila real.
Fotografiar a esta especie no es solo una cuestión técnica. Es una experiencia. Hay que madrugar, callar, esperar. Hay que afinar el oído y estar preparado para ese momento en el que una sombra recorre el suelo a toda velocidad, y al alzar la vista, ahí está: poderosa, distante, soberbia. Y entonces disparas, sabiendo que esa imagen lleva consigo algo más que un encuadre bonito: lleva el peso de una historia que aún resiste.
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Águila real, Sierra de Guadarrama, mayo 2020 Nikon D-810, Nikon 400 mm. f/2.8 + TCx2 Focal 800 mm. Apertura f/8 Obturación 1/500s. ISO 1600 |
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Retrato de Águila real, Sierra de Guadarrama, mayo 2020 Nikon D-810, Nikon 400 mm. f/2.8 Apertura f/2.8 Obturación 1/1000s. ISO 1100 |
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Águila real, Álava, marzo 2021 Nikon D-810, Nikon 400 mm. f/2.8 Apertura f/2.8 Obturación 1/2000s. ISO 400 |
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Águila real, Álava, marzo 2021 Nikon D-750, Nikon 200-500 mm. f/5.6 Focal 500 mm. Apertura f/6.3 Obturación 1/1250s. ISO 1600 |
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Pareja de Águilas reales, Álava, marzo 2021 Nikon D-750, Nikon 200-500 mm. f/5.6 Focal 310 mm. Apertura f/8 Obturación 1/800s. ISO 1600 |
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Águila real, Álava, marzo 2021 Nikon D-810, Nikon 400 mm. f/2.8 Apertura f/4 Obturación 1/2000s. ISO 400 |