La del pirata cojo...


Joaquín Sabina tiene una canción que seguramente muchos de ustedes conozcan, titulada "La del pirata cojo". En ella habla con esa ironía canalla tan suya sobre las vidas que podríamos haber llevado en otras épocas, dimensiones o en esos mundos paralelos que soñamos a veces cuando la rutina aprieta más de la cuenta.

"Al Capone en Chicago, legionario en Melilla, pintor en Montparnasse, costalero en Sevilla, tabernero en Dublín..."

Confieso que a lo largo de mi vida he tenido la suerte de ponerme, en mayor o menor medida, en la piel de alguno de esos personajes que menciona Sabina. Sin embargo, si me diesen a elegir, hay una vida que sin duda hubiera deseado vivir por encima de cualquier otra: la de reportero de National Geographic a mediados del siglo XX. ¿Existe acaso profesión más seductora y romántica que recorrer el mundo armado únicamente con una cámara fotográfica, explorando lugares remotos y desconocidos, siendo testigo directo de grandes acontecimientos, viviendo aventuras que después llenarían páginas y páginas de revistas amarillas?

Conozco bien la historia de National Geographic y a los legendarios fotógrafos que hicieron grande esa institución. Podría haber elegido cualquiera de sus nombres para titular este blog personal, pero he preferido hacerle caso a mi lado más romántico y soñador, optando finalmente por un personaje ficticio: Robert Kincaid, aquel fotógrafo encarnado por Clint Eastwood en la película "Los puentes de Madison". Un hombre que viajaba ligero, cámara en mano, por los caminos rurales de Estados Unidos, y cuya existencia se cruzó durante unos pocos días intensos con Francesca, un ama de casa interpretada por la magistral Meryl Streep.

Así que aquí estoy, siguiendo los pasos imaginarios de Kincaid. En este blog personal compartiré con ustedes, si así lo desean, algunas de mis fotografías tomadas durante viajes y escapadas a la naturaleza, acompañadas de textos que incluirán desde consejos fotográficos hasta historias, anécdotas o divagaciones diversas sobre lo que voy viviendo y aprendiendo por el camino.

Sean, por tanto, bienvenidos a este rincón donde intentaré capturar un poco de aquello que, como el personaje de Eastwood, siempre he buscado: la belleza y el misterio escondidos detrás de cada imagen.



Perdido por el mundo, Birmania 2017


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