TRAS LOS PASOS DE ROBERT KINCAID

   Aquel día había terminado de dar clases temprano, ya que hacía un día de perros en Baqueira, uno de esos en los que no sabes si trabajas en una estación de esquí o en un parque acuático, viendo cómo queda tu ropa de empapada. El caso es que me anularon un par de clases y aproveché para tomar un café por la zona mientras esperaba a mi mujer, quien no tuvo tanta suerte y tuvo que bregar con dos chiquillos esquiando bajo el agua-nieve.  Quedé con ella en el bonito pueblo de Salardú, cerca de la estación, y mientras la esperaba en el coche protegido de la lluvia, me fijé en que las gotas de agua en el parabrisas de mi Suzuki Jimny contorneaban, por pura casualidad, el perfil de la iglesia de Salardú. Por suerte, llevaba mi fiable y pequeña Nikon D-7000 equipada con un 50 mm f/1.8. Así que enfoqué el cristal y disparé, logrando esta curiosa imagen. Iglesia de Salardú, Val d´Aran, febrero 2017 Nikon D-7000, Nikon 50 mm. f/1.8 Apertura f/11 Obturación 1/250s. ISO 400

 Una de las localizaciones fotográficas más explotadas de Islandia, es el avión DC3 de la Marina estadounidense estrellado en una playa de arena negra. Un poco de historia. El Douglas DC-3, conocido como uno de los aviones más icónicos de la historia de la aviación, tuvo un destino que dejó una huella en las costas de Islandia. En la mañana del 24 de noviembre de 1973, este veterano de los cielos experimentó una serie de desafíos en una misión que cambiaría su estatus de transporte comercial a relicario histórico. El avión, perteneciente a la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, volaba en una misión de rutina a través del frío y gélido paisaje del norte de Europa. Su trayecto lo llevó por el espacio aéreo de Islandia, donde las condiciones meteorológicas pueden ser erráticas, con niebla densa y vientos fuertes. En medio de una intensa tormenta, la tripulación enfrentó serias dificultades en la navegación y el mantenimiento del vuelo. A pesar de su experiencia y la sólida construcció...