Otoño en el Valle de Arán.
He de confesar —como el bicho raro que soy— que mis estaciones favoritas son el otoño y el invierno. El verano, en cambio, me sobra. Calor, sudor y gente con pocas ganas de pensar. Y es que, estéticamente hablando, el otoño es un espectáculo visual. Nuestros bosques se visten de gala: ocres, amarillos, rojos… una sinfonía de tonos cálidos que unas veces estalla como óxido y fuego, y otras susurra en combinaciones elegantes, casi aristocráticas. Entre tantos lugares mágicos para disfrutar del otoño en España, para mí destaca el Valle de Arán. Viví allí varios años y fue donde me rendí, sin resistencia, ante los encantos de esta estación. En el Sauth deth Pish (Salto del Pez), uno de sus rincones más conocidos, el otoño se pone creativo: coge el pincel y convierte el paisaje en un lienzo expresionista. No hay filtro de Instagram que le haga justicia. Este año, sin embargo, el otoño llegó con desgana —las temperaturas no bajaron hasta bien entrado octubre—, así que os ...